Había una vez, hace mucho tiempo, el Sol tenia como pareja a la Luna, siempre paraban juntos y no había momento en que no tenían amores pasionales, eran muy unidos y se prometieron amor eterno.
Pero Dios se dio cuenta que no había día ni noche, así que escogió al Sol y a la Luna para ciertas tareas. Eligio al Sol para que ilumine el día, de alegría a las personas y de vida a la naturaleza, mientras que la Luna fue elegida para que cuide la noche, guiara a las personas perdidas y de signos de esperanza a las parejas imposibles, a la ves entregaba pasión a las personas enamoradas.
Ellos estaban muy tristes porque no estaban juntos, sufrían por dentro ya que uno extrañaba a la otra y así pasaron mil años.
Después de mucho tiempo Dios se dio cuenta de que cometió un error en separarlos, se sintió muy mal por lo que hiso, así que para evitar que este dolor siga decidió que la Luna pueda ver al Sol cada cierto tiempo, un momento muy hermoso un momento que se le llamo Eclipse.
Estos aceptaron alegremente ya que su amor nunca iba a culminar, así que después de cada Eclipse ellos vuelven a sus deberes de siempre, el Sol en el día y la Luna en la noche.
Así que cada ves que veas un Eclipse podrás apreciar el intenso amor que tienen el Sol y la Luna, momentos hermosos, pasiones de amor.
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